México se prepara para la avalancha de autos eléctricos en 2026 mientras Xiaomi hace lo contrario en China

Mientras en México crece la preocupación de que los autos suban de precio en 2026 debido a decisiones fiscales y comerciales que nadie parece querer enfrentar, en China la historia es completamente diferente. Xiaomi, la misma marca reconocida por celulares y gadgets, decidió incursionar en el mundo automotriz con una jugada que dejó sin palabras a toda la industria: subsidiar el impuesto de compra de sus autos eléctricos antes de que entre en vigor una reducción de beneficios fiscales el siguiente año. La estrategia es clara. Quien compre ahora, pagará menos, incluso si recibe el auto hasta 2026.

La compañía anunció que cubrirá hasta 15,000 yuanes en impuestos, equivalentes a cerca de 2,100 dólares. No se trata de cupones, puntos ni promociones confusas. Xiaomi descuenta esa cantidad directamente en el momento del pago final. Esta decisión aplica a los sedanes SU7 y SU7 Ultra, así como al SUV YU7, modelos que enfrentan tiempos de espera tan largos que podrían llevar a los compradores a un escenario fiscal menos favorable si Xiaomi no intervenía. La marca decidió no dejarlos desamparados.

China está reduciendo de manera gradual las exenciones para autos eléctricos. Durante 2024 y 2025 se permitirá evitar hasta 30,000 yuanes de impuestos. Sin embargo, a partir de 2026 esa cantidad se reducirá a la mitad. Esto implica pagar más por el mismo auto, sin que haya cambios en la potencia, batería o diseño. Xiaomi comprendió el impacto que esto podía tener en la confianza de los compradores y tomó la iniciativa antes de que alguien se lo pidiera.

Esta medida no es aislada. Nio y Li Auto también implementaron políticas similares para clientes que enfrentan plazos de entrega que cruzan un año fiscal. La diferencia está en la escala. Xiaomi entró al mercado automotriz hace menos de dos años y ya compite entre los gigantes que provinieron directamente del sector automotriz. Hoy presume algo que pocos logran: una demanda que supera su capacidad de producción.

Las cifras reflejan claramente el interés. Solo el SUV YU7 recibió cerca de 240,000 pedidos durante sus primeras 18 horas en venta. Las entregas de este modelo superaron las 40,000 unidades en septiembre. Xiaomi también rompió la barrera de 40,000 autos entregados en un solo mes por primera vez. Su objetivo para 2025 ahora es de 350,000 vehículos, y desde marzo de 2024 ya superó las 400,000 unidades producidas.

No todo es motivo de celebración. La espera para un SU7 puede alcanzar hasta 38 semanas, y para un YU7 se extiende hasta 48 semanas, casi un año. Aun con esto, la gente continúa firmando pedidos. Esto refleja confianza en la marca, pero también el efecto de una política clara: proteger al comprador, no cargarle los costos de una reforma fiscal que se definió lejos de él.

Parece que Xiaomi entendió que, en un mercado de autos eléctricos todavía frágil, la lealtad no se compra con campañas publicitarias; se construye con acciones.